Desde que en 1796 el gran científico inglés y padre de la inmunología Edward Jenner desarrollara la primera vacuna moderna contra la viruela, experimentando con un niño y una granjera local que había sido infectada por su vaca “Blossom”; estas han ayudado durante siglos a controlar y erradicar enfermedades, como la rabia en España a nivel perruno, o la anteriormente mencionada viruela a nivel mundial. Generalmente, las vacunas contienen una pequeña carga del virus o la bacteria, que no provoca la enfermedad en el animal, pero sí “despierta” su sistema inmune, provocando que se generen anticuerpos y el perro esté protegido.
Durante las primeras semanas de vida, los cachorros tienen inmunidad gracias a las defensas heredadas de su madre y el calostro, pero a partir de las semanas cuarta a octava (dependiendo del calendario de vacunación que siga nuestra clínica) debemos ir al veterinario para comenzar a inmunizar a nuestro perrito. Las vacunas que le pongamos, quedarán registradas en su cartilla. Este documento es importante, ya que en España tenemos la obligación legal de inmunizar a nuestro peludo frente a las siguientes enfermedades:
- Moquillo canino: enfermedad muy contagiosa, que puede afectar al sistema respiratorio, digestivo o nervioso del perro. La vacuna se administra a las 6 u 8 semanas.
- Parvovirosis: causa vómitos, diarreas sanguinolentas y fiebres altas, pudiendo ser mortal. Se inyecta a las 4, 6 u 8 semanas, dependiendo si se administra sola o junto a otras vacunas.
- Hepatitis canina crónica: se transmite a través de alimentos o aguas contaminadas con orina y puede ser fatal. Se administra a las 10 semanas y una revacunación a las 12.
- Leptospirosis: esta bacteria se encuentra en suelos y aguas sucias, puede causar fallos orgánicos y transmitirse al hombre. Se administra a las 6 semanas y una revacunación a las 10.
- Rabia: también puede afectar a los humanos. Su principal reservorio es cualquier animal de sangre caliente como son el perro, el gato, el murciélago, etc. y suele causar la muerte sino se trata con prontitud. Se administra a las 16 semanas y después anualmente.
Hay otras vacunas opcionales, que podría ser conveniente administrar a tu can (consúltanos si necesitas información). Estas protegen de enfermedades tales como: la tos de las perreras, o la Leishmaniasis. La vacunación de nuestro perro debe siempre ir acompañada de un buen sistema de defensa antiparasitario.
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Las vacunas generalmente son inyectadas por un profesional veterinario, vía subcutánea entre las escápulas del perro, o en la zona muscular del muslo. Es importante que nuestro peludo esté en buen estado de salud, libre de vómitos, tos, diarrea o fiebre y desparasitado en el momento de su vacunación, para reducir el riesgo de reacciones adversas. Después de la primera dosis, tendremos que administrar dosis recuerdo cada cierto tiempo para conseguir la inmunidad completa de nuestro peludo.
Esperemos haber aclarado tus dudas en materia de vacunación perruna, si todavía las tienes, por favor no dudes en ponerte en contacto con nosotros.