TESTIMONIO DE MARGA (Cuidadora felina): “Mochuelo”
“Mochuelo es un hermoso gato de 5 kilos, con unos ojos enormes y redondos, de donde le puse su nombre. Tan grande como noble, es otro de mis “preferidos”, aunque cada uno es especial en algo. Unos vecinos me avisaron que hacía dos días su pata había quedado atrapada en unos alambres rotos que rodeaban una especie de cobertizo donde solía refugiarse. Daba maullidos de dolor y desesperación. Dos personas consiguieron cortar los hierros con unas tenazas, pero Mochuelo, asustado y herido, huyó despavorido.
Estuve buscándolo para ver el alcance de la herida y llevarlo a Zalavet durante 5 desesperantes días, en los que llevaba conmigo mi jaula trampa con mando a distancia y por supuesto cebo, su paté preferido. Al sexto día, hambriento y visiblemente más delgado apareció y entró en la jaula. Lloré de emoción y alegría, pero también de preocupación al ver la inflamación e infección de su pata, donde seguían clavados los alambres que atravesaban su mano izquierda trasera. Llamé a Javier que acudió enseguida pues yo sola no podía llevar la pesada jaula hasta la clínica. Aún recuerdo sus palabras cuando vio a Mochuelo: “no llores, este se salva” Una cirugía delicada de su mano, antibióticos, antiinflamatorios y mucho cariño de un gran profesional le salvaron la vida a este gatito. También fue castrado, se recuperó bien y está de nuevo en su colonia, con esos ojazos bellos que alegran mi dura labor.
¡¡Gracias Javier porque estoy vivo y puedo correr y trepar!!”
Marga